En los talleres del Museo de Artillería de Cartagena podemos ver en proceso de restauración uno de los pocos ejemplares que quedan en la actualidad del blindado soviético T-26 B modelo 1933, que fueron adquiridos durante la Guerra Civil por el Gobierno de la República para hacer frente a la rebelión. Estuvo presente en todos los frentes de batalla prestando sus servicios en ambos bandos, ya que los nacionalistas llegaron a capturar numerosos ejemplares. Al término de la guerra fue la base sobre la que se sustentó el arma acorazada franquista hasta la llegada del material norteamericano a partir de 1953.
Afortunadamente disponemos de algunos ejemplares en la actualidad en diversos museos, conservados con distinta suerte, a lo largo y ancho de la geografía española. Los que hemos podido disfrutar y admirar la magnífica obra de restauración conseguida con el Stug III ausf G del Museo de Cartagena esperamos, esperanzados, que este venerable carro de combate, el más emblemático de nuestra historia reciente, siga sus mismos pasos y se convierta en otro de los atractivos que hagan de la visita al Museo de Cartagena algo imprescindible para los aficionados a la Historia y a los Carros de Combate.